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El Segundo Amor de José Martí

En un articulo anterior te conté cómo José Martí conoció a su primer amor, Blanca de Molina, en Zaragoza. Pero la vida sentimental del Apóstol no termina ahí. Hoy te traigo una historia poco conocida: la de su segundo noviazgo. Y esta vez, no fue con cualquiera, sino con la artista más famosa de México en aquel momento.

1875: Martí llega a México

Corría el año 1875. Martí, recién graduado de abogado y con apenas 22 años, cruza el océano rumbo a México para reunirse con su familia, que dos años antes había tenido que abandonar Cuba. Nadie imaginaba que, en menos de un año, aquel joven extranjero—sin dinero ni contactos—se convertiría en la sensación de la vida cultural mexicana.
¿Cómo lo logró? Basta mirar el carácter de Martí: su magnetismo, su inteligencia, su capacidad de conquistar no solo corazones, sino auditorios enteros.

Un barco, una obra, un destino

Todo comenzó en el viaje a México. A bordo del barco, Martí conoce a Enrique Juas de Peris, un teatrista español que, al reconocer su talento, le hace un pedido casi casual:
—Cuando lleguemos a México, escribe una obrita sencilla, solo para presentar algo.

Martí acepta el reto sin saber que aquel encargo cambiaría el rumbo de su vida. Así nace Amor con Amor se Paga, una obra en verso y de un solo acto, donde los protagonistas llevan nombres muy íntimos: Leonor, en honor a su madre, y Julián, el nombre que a él más le gustaba.

El encuentro con Concepción Padilla

Convertido en autor, Martí pronto conoce a la joven que representará a su “Leonor”: Concepción Padilla, la actriz más famosa y admirada de México. Su belleza era tal que su propio padre la acompañaba cada día al teatro, cuidando cada paso de su hija.

Entre ensayos y versos, el flechazo fue inevitable. Martí, siempre ingenioso, se las arregló para actuar junto a ella en la obra, usando los ensayos como excusa para abrazos y besos robados. El romance floreció entre bambalinas y se volvió el secreto peor guardado del teatro mexicano. Martí, pícaro y osado, desataba suspiros… y chismes.

El amor bajo presión

Pero los rumores vuelan más rápido que las noticias. Las hermanas de Martí pronto le llevaron el chisme a doña Leonor, su madre, quien no aprobó la relación:
—Será todo lo buena que quieran, pero al final… es una artista de teatro —dijo.
En aquella época, el mundo del espectáculo no tenía buena fama para una mujer.

La presión familiar y las propias circunstancias de la vida teatral fueron apagando aquel amor. Pero el público, siempre hambriento de escándalos, seguía pendiente. Un periodista de la época entrevistó a Concepción Padilla:
—¿Está usted enamorada de Martí?
Ella lo negó en público. Luego intentaron sonsacar a Martí, pero él, fiel a su carácter, prefirió el silencio.

El final de un romance y el triunfo de la obra

El romance terminó, pero Amor con Amor se Paga fue un éxito rotundo. Se presentó en el teatro principal de México ante la alta burguesía, que aplaudió a rabiar. Martí, una vez más, se despedía de un amor envuelto en versos y escándalo, dejando tras de sí una historia digna de un poeta.

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